martes, 22 de septiembre de 2015

Informe sobre ectoplasma animal, de Roque Larraquy y Diego Ontivero, por Alejandro Alonso

“Cuando consideraba al Espiritismo como una vulgar ilusión de los ignorantes, me sentía inclinado a mirarlo con desprecio; pero verlo defendido por sabios como Crookes, a quien conocía como el químico más eminente de Inglaterra; por Russel Wallace, el émulo de Darwin, y por Flammarion, el más conocido de los astrónomos, no me podía permitir semejante actitud”. Las palabras de Sir Arthur Conan Doyle (en The New Revelation, 1918) ponen de manifiesto la situación en la que se encontraban algunas pseudociencias a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Doctor en Medicina y creador del detective Sherlock Holmes (paladín de la racionalidad), Conan Doyle dejó numerosos testimonios en los que defendía estas prácticas y creencias.